España se convertía en la primera selección europea en ganar un Mundial fuera de su continente (cuatro años después lo conseguiría también Alemania) y, además, en la primera que lo ganaba tras haber perdido el primer partido y siendo el equipo nacional con la menor cifra goleadora de todos los campeones. En 1935 se convirtió en el cuarto club de la historia en conquistar la Liga de Primera División de España, una década en la que se popularizó su conocido lema «Viva el Betis manquepierda».