Para esa época, varios estadios de Inglaterra ya tenían tribunas con nombres propios antes de su surgimiento, pero Spion Kop era la de mayor aforo. El estadio alcanzó a tener una capacidad máxima de 60 000 espectadores durante los años 1970, y hacia inicios de la década de 1990 era de 55 000. Sin embargo, a raíz de la Tragedia de Hillsborough en 1989, adecuándose a las regulaciones adoptadas por la Premier League y el Informe Taylor elaborado por el Gobierno británico, Anfield fue reconstruido totalmente, poniendo asientos en la totalidad del estadio y reduciendo la capacidad a 45 276 personas.